¿A qué niño no le gustan las pizarras? Las pizarras son una de las cosas más divertidas que existen para los niños. Todos los días ven a sus profesores escribir en la pizarra y normalmente en el colegio no se les permite experimentar con ella. Tener una pizarra en casa puede ser una manera de desarrollar su creatividad y ayudar a que aprendan jugando. Además se puede convertir en un elemento decorativo más en la habitación y dar mucho juego ya que tiene muchos usos prácticos para toda la familia.
Aquí os dejamos algunas propuestas para utilizar las pizarras en la decoración infantil:
1. Una pared de pizarra:
También puede disfrutarla toda la familia si aprovechamos una pared de la cocina para usarla de pizarra. Foto de The Kitchn.
2. Una pizarra incorporada en un mueble:
Foto de El mueble.
Foto de Lillelykke.
Para incorporar pizarra en un mueble existen dos posibilidades, o bien comprar pizarra autoadhesiva y cortarla a la medida como en la primera foto, o bien pintar el mueble con pintura de pizarras, como en la segunda foto.
3. Una pizarra adhesiva:
Para los que no se atreven con la pintura de pizarras o quieren una solución de quita y pon, lo ideal son las pizarras adhesivas. Se pegan en cualquier superficie lisa y después se pueden quitar. Lo más divertido de este tipo de pizarras es que las encuentras en todo tipo de formas y en distintos colores, así que además de servir para pintar, dan un toque muy original a la decoración de la habitación.
Este modelo es de la colección de pizarras de animales de Etic-etac.
¿Qué os ha parecido? ¿Tenéis alguna pizarra en casa?